En respuesta a un libelo vomitado en facebook

1º- Quienes vomitan bazofia y expulsan veneno por su boca, -sus manos en este caso- y se esconden bajo seudónimos, sólo por eso no merecen ni que se les tenga en cuenta. Los que ocultan su cara y tiran la piedra en contra del vecino son miserables como humanos y dignos de no ser tenidos en cuenta para nada.

2º- En atención a las personas implicadas en directo en esas deformaciones impresas que ha trasmitido esta red de comunicación que es facebook  relacionadas con mi persona, y que han creado cierta alarma social en algunos medios cercanos y más distantes, y como aclaración para quienes no están muy metidos en  nuestro entorno social del Bajo Lempa usuluteco, escribo estas palabras. Como el apóstol Pablo me veo en la necesidad de explicar algunas de las actuaciones mías.

3º- Parto del principio evangélico de que la justicia hay que cumplirla, pero no para ser vista por los hombres sino por el Padre celestial, de manera que al dar algo a alguien  no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha (Mateo 6, 1-4). Por tanto no tengo por qué estar hablando de lo que he hecho en este sentido en los más de 21 años que llevo en El Salvador, ni de lo que hice antes en este orden. Por la obras les reconocerán es otro principio evangélico, y por ellas tendré que ser juzgado si acaso. Juzguen, pues ustedes por los hechos, no por las meras palabras.

4º- Es cierto que llevo mucho tiempo –desde que llegamos-  recibiendo fondos para obras sociales y que los distribuyo en nuestro Bajo Lempa. Pero, como suelo decir en ocasiones, nuestros hermanos y amigos, hermanas y amigas, de Cataluña, de Alemania, de Madrid, de Asturias y de otros lugares del mundo, no son tontos. Ellos nos conocen, nos han visitado, nos piden informes, se comunican y tienen relaciones con muchas personas, grupos e instituciones nuestras e internacionales que trabajan en la zona. Pudiera ser que hubieran enviado el dinero una vez, pero con seguridad, no hubieran repetido si hubieran percibido que estaban mal utilizadas. De hecho es lo que sucede con ciertas personas y asociaciones y eso es lo que les duele a algunos, que no sigan recibiendo ayudas porque los donantes han perdido la confianza en ellos.  Envidia pura y dura, pues. Es casi un milagro, y más con la crisis económica internacional existente, que sigamos recibiendo ayudas internacionales de forma ininterrumpida para el Bajo Lempa a través de algunas contadas organizaciones de desarrollo existentes en la zona y también de mi persona. Eso es porque hay una buena administración y los donantes bien lo saben. No son tontos, repito, sino gente generosa, inteligente y bien preparada para estas andaduras de solidaridad nacional e internacional.

5º- Pueden decir, y en efecto así es, que en relación conmigo las gentes de la comunidad Nueva Esperanza han sido las más beneficiadas estos años.  Yo  vine con ellas. En realidad ellas fueron las que me trajeron con ellas, y nos iniciamos juntos en la zona, cuando no había caminos, ni electricidad, ni agua potable a la vista, ni otras muchas cosas necesarias. Sólo plagas de zancudos y árboles de espino (mangollanos) y otros grandes y abundantes problemas de sobrevivencia.  Además habito ahí desde entonces como un vecino más y tengo a la vista cada día los problemas de convivencia que se originan, así como sus logros. Uno de ellos, muy importante, en educación, pues ninguna comunidad de la zona ha respondido en sus miembros tan favorable como Nueva Esperanza.

6º- Son gentes que han sabido reconocer y valorar mi presencia más que otros cercanos o de más lejos, a quienes también inicié en las ayudas pero no supieron ser agradecidos ni conmigo ni con otras personas queridas y solidarias a las que llevé a esos lugares para colaborar. ¡Qué le vamos a hacer! Cada comunidad, cada familia, cada persona reacciona diferente ante las adversidades y los logros y unos han sabido sacar más provecho que otros de tanto bien como se ha repartido por la solidaridad en el Bajo Lempa durante estos años.


7º-  Yo mismo he ayudado en distintos lugares. El asentamiento y comunidad El Angel se llama así por decisión de sus habitantes, sin yo saberlo, porque ahí se construyeron algunas decenas de viviendas y se entregaron en propiedad a sus pobladores, gentes provenientes de la zona sur más golpeada por las inundaciones y otras familias que carecían de todo para sobrevivir. Y se han construido otros centros comunitarios ahí mismo y entregado la propiedad a la comunidad. Y hay otros ejemplos en otros lugares que no voy a mencionar. 

8º- Pero de lo que nadie puede dejar de percibir, a no ser que sea ciego y guía de ciegos, es que en educación me he preocupado porque llegue hasta el último rincón del Bajo Lempa y lo hemos logrado incluso en situaciones muy adversas. Hoy puedo afirmar aquí que en el Bajo Lempa de Usulután ha habido y hay desde sus inicios capacidad para que todas las familias reciban educación formal para sus hijos e hijas y que muchas, la mayoría, lo ha aprovechado y lo sigue aprovechando bien. Gracias a la solidaridad internacional tenemos un servicio de transporte escolar gratuito que lleva y trae todos los días de sus casas a la escuela  e instituto de Nueva Esperanza a toda la gente que no puede estudiar en sus comunidades. Y este servicio también está extendido a los centros infantiles que se han creado en la zona con ayuda internacional.  Yo mismo, en estos días de2012, me he preocupado y gestionado a favor de la escuela de El Marío y de los tres centros infantiles de La Canoa Octavio Ortiz, Amando López y El Presidio Liberado.

9º- En cuanto al exitoso programa de becas desarrollado en la zona es, pienso yo, uno de los motivos de tanta envidia, no sólo sana en el sentido de motivar, sino insidiosa, como la que origina el texto. Sin duda hoy el Bajo Lempa es uno de los focos de mayor nivel de estudios del área rural salvadoreña, pese a no haber contado nunca con ayudas estatales en este sentido. Yo soy un hombre libre y he procurado y procuro que haya mujeres y hombres libres a mi alrededor. Pese a presiones recibidas de una y otra parte me he negado siempre a exigir una contrapartida  obligatoria en horas sociales o devolviendo el dinero tras finalizar los estudios y encontrar un trabajo digno. La ignorancia es muy atrevida y quien habla de esto en otro sentido lo hace por pereza mental de no querer informarse o, lo que es más grave, por intentar dañar echando veneno sobre programas que han causado admiración dentro y fuera de nuestro país El Salvador. A los hechos me remito y no necesito hablar más de la podredumbre emitida por el autor del panfleto de marras sobre este asunto.

10º- No entro en mis aportes en el campo de la salud, bien reconocidos por sus profesionales, y a quienes agradezco su aporte.  Aquí quiero destacar que siempre he procurado favorecer a las instituciones del Estado, lo mismo que en educación, pues reconozco que es el Estado el primer obligado a cumplir con los desfavorecidos de la sociedad, como son, en este caso, la población campesina. Me siento orgulloso de haber contribuido en gran manera a establecer la unidad de salud de Nefrolempa, que por primera vez atiende en sus casas y comunidades a los enfermos del riñón en El Salvador. Y también a toras unidades de salud. En concreto haber facilitado instrumental para la clínica de fisioterapia en la U de salud de Nuevo amanecer, una de las mejor habilitadas de Usulután y muy bien atendida y solicitada desde sus orígenes, por gentes incluso de otros sitios algo lejanos.

11º- Termino refiriéndome a la doctora Ana Julia Luna, a la que se menciona en el texto. La doctora Luna es una profesional de merecido respeto, que se ha ganado el reconocimiento de las autoridades, personal médico y paramédico y de pacientes campesinas y campesinos por su creativo y buen servicio de directora y médico. Además estudia una maestría y un diplomado internacional en su área de especialidad, este último a petición de las autoridades del Ministerio de salud que la consideraron como la persona idónea para realizarlo. Su novio formal es un prestigioso doctor, joven, médico del Seguro social que también está en fase de ampliación de su especialidad. Ellos se merecen algo más de respeto. En relación conmigo, mi persona siempre ha valorado la inteligencia y la dedicación generosa a los demás y por eso me glorío en mantener un abundante grupo de amigos y amigas de gran calidad humana, que mucha gente en esta planeta que habitamos desearía tener. Ana Julia es una de ese excelente grupo y me satisface mucho poder ser un buen amigo de ella y de todos los demás. Es uno de mis mejores tesoros almacenados en esta vida, que seguro el autor del libelo ponzoñoso que ha querido mancharnos nunca podrá tener, porque los de moral miserable mueren en la miseria personal y social. Ese es su infierno, mientras los demás participamos ya de ese adelanto de la gloria celestial que es la amistad sincera y profunda.

12º- Agradecido de verdad por las muestras de cariño y solidaridad a mi persona en esta hora. No se preocupen. Yo viví situaciones mucho más extremas que ésta en los primeros años 80 en Nicaragua, cuando la contra venía del otro lado de la frontera para acabar con nosotros. Ahora es cuestión de paciencia, de seguir adelante, pues como nos recuerda la gran Teresa de Jesús, la paciencia todo lo alcanza. Un gran abrazo a todos, todas. 

30 de abril de 2012